¿Qué es el método Hakomi?

Cuando estás buscando alguna alternativa de formación profesional o de terapia, tal vez querrás encontrar alguna opción que te haga sentir esa especial conexión con algo que, como un traje a la medida, se acomoda a tu muy particular estilo de expresarte en la vida.

El método Hakomi podría ser parte de cualquier psicoterapia. Sin embargo es mucho más que una terapia. Es parte de la tarea universal humana de entendernos a nosotros mismos para liberarnos del sufrimiento innecesario que causa el desconocimiento de quiénes somos y de cómo entendemos el mundo.

Ron Kurtz

Hakomi es una palabra de la etnia Hopi que significa “¿quién eres tú?, quien tú eres”. Más allá de nuestras creencias, de nuestros hábitos y de los sistemas que utilizamos para vincularnos con otros, está nuestra esencia, lo que realmente somos, no lo que se espera que seamos. Es ahí a donde va Hakomi, a nuestro yo más auténtico.

El Método Hakomi de Autoestudio Asistido fue creado por el psicoterapeuta estadounidense Ron Kurtz, autor de “Lo Que el Cuerpo Revela” (Kurtz y Prestera, 1976), “Psicoterapia Centrada en el Cuerpo. El Método Hakomi” (Kurtz, 1990) y “La Revelación de la Gracia” (Kurtz y Johanson, 1991).

Hakomi reúne los vastos mundos de la psicoterapia, el Budismo, el Taoísmo y la neurociencia y se centra en la experiencia presente.

Las aportaciones más recientes de la neurociencia confirman las bases en las que se funda el método, que sostienen que el funcionamiento cerebral se inicia, regula y cambia mediante la experiencia.

Si te percatas de lo que sientes, de lo que crees y cuándo y cómo aprendiste a creer eso, tienes la oportunidad de cambiar tu forma de pensar. Para eso estamos ahí, para crear oportunidades para que las personas cambien sus formas de pensar acerca de ciertas clases de creencias. La clase de creencias que queremos ayudar a que la gente cambie son las que causan sufrimiento innecesario. Aunque es cierto que hay gente en la que no puedes confiar, si tienes el hábito de no confiar en nadie, entonces no vas a tener relaciones cercanas saludables. Queremos darles a las personas las experiencias que desafíen sus predicciones inconscientes generalizadas e irreales de quién o qué les va a causar dolor emocional.

Cuando compartes tu historia con un(a) terapeuta Hakomi, su mente está entrenada para estar continuamente presente. Cultiva un estado de la mente llamado Presencia Amorosa. Este estado es el corazón del método.

Es la clase de presencia que abre el espacio para que suceda la sanación de la manera más segura, natural y nutricia.

Hakomi trabaja con la idea de la resonancia límbica, encontrando en este término y en la explicación neurobiológica de la sintonía emocional que sanar requiere la presencia de alguien que sea sensible, compasivo, profundamente sintonizado (empático).

No somos sanadores, creamos el contexto donde se inspira la sanación

La presencia y la personalidad del terapeuta son el elemento más importante en una terapia exitosa, además de la voluntad y disposición del consultante. El terapeuta requiere ser cálido y aceptante, cuidadoso y gentil, paciente y comprensivo. El cliente no es un problema esperando a ser solucionado por alguna intervención terapéutica inteligente o una interpretación, es, en cambio, una alma con un cuerpo capaz, que simplemente necesita algún tipo de reconocimiento, clarificación o estímulo.

Lo que a Hakomi le interesa es estudiar la organización de la experiencia. Para lograr ésto, usa la Atención Plena -una atención puesta en el momento presenteque es callada y no interferente-. Este principio, es el cimiento del método.

El núcleo del método son los Experimentos. Para hacer un experimento, típicamente no le preguntamos a los consultantes sobre sus creencias. Generalmente no obtenemos información de las personas haciéndoles preguntas. La obtenemos observando a la gente. Vemos y escuchamos. Estudiamos sus conductas. Vemos sus expresiones faciales, sus ademanes y postura. Buscamos patrones y hábitos. Escuchamos el tono de voz. Obtenemos la información de manera no verbal. Esta clase de información es muy confiable.

La experiencia se organiza en hábitos. Algunos hábitos crean experiencias de sufrimiento, sufrimiento que de hecho, es innecesario. Este es el tipo de experiencia en la que podemos ayudar a las personas.

Así, en Hakomi, no estamos trabajando con la historia de la persona. Después de todo, tan sólo podemos tener una idea de la historia de alguien. Es la organización de la experiencia la que queremos atender porque ésta es la que causa sufrimiento innecesario en el tiempo presente.

Resumiendo, la terapia Hakomi tiene cuatro características que la distinguen:

  1. La práctica de la presencia amorosa y otros estados mentales.
  2. Una atención (o foco) constante en la experiencia presente (tanto el qué como el cómo, usando la expresión no verbal, la emoción y la memoria como fuentes de información sobre la manera en que los hábitos y las creencias organizan la experiencia presente).
  3. El uso de pequeños experimentos en atención plena para el autoestudio asistido.
  4. Y un movimiento, tan pronto como se hace posible, en la dirección de la experiencia nutricia faltante.